La decisión de venta
La decisión de vender una vivienda puede deberse a muchos motivos. Se ha quedado pequeña, te has separado, tus hijos son mayores y se ha quedado grande, has comprado otra vivienda, te trasladas a otra ciudad, o simplemente quieres cambiar.
Sea cual sea el motivo, la decisión debe ser firme. Si alguien pone un piso a la venta es para venderlo, porque tantear el mercado a ver cuánto me dan, o ponerlo caro a ver si “cuela”, suele ser muy contraproducente para el propietario.
En relación a la decisión de venta, durante todos estos años, me he encontrado con muchísima gente que utilizaba la misma frase: “No nos urge vender” o bien “no tenemos prisa”.
Y siempre me he preguntado qué significaban exactamente esas frases.
¿Tiene realmente sentido la frase «No tengo prisa en vender» dicha por un propietario que ya ha puesto su vivienda a la venta?
Si se pone algo a la venta, es para venderlo. Y si no se tiene necesidad de vender, no se debe poner un piso a la venta. Porque el primer perjudicado, sin duda, será el propietario.
¿Por qué? Pues porque vender un inmueble es un proceso serio. Un proceso en el que si las cosas se hacen bien, el comprador llega y sin duda se debe estar preparado para ello. No tenerlo claro supone rechazar a potenciales interesados que descartarán obviamente tu piso para el futuro, y por mi experiencia, no tener clara la venta, implica que se rechacen ofertas coherentes y por lo tanto perder uno o varios potenciales compradores. Y los compradores, no abundan, precisamente.
Si la venta no urge, o si no se tiene necesidad real de vender, se suelen poner precios mas altos que los vecinos y precisamente haciendo eso, les ayudas a vender a ellos, no a ti, quemarás el piso, y la bolsa de compradores de tu zona te descartará.
Si se pone algo a la venta, es para venderlo. Y si no se tiene necesidad de vender, no se debe poner un piso a la venta. Porque el primer perjudicado, sin duda, será el propietario.
Hay que tener en cuenta otro importante y objetivo detalle. Para poner un inmueble a la venta en España, hay que tener un Certificado Energético, que no solo supone un gasto (entorno a los 90/100€ mas IVA) sino que tiene que ir un ingeniero/arquitecto técnico a tu vivienda para hacer una valoración a nivel de consumo energético de la misma.
Poner a la venta un piso sin dicho certificado supone infringir una normativa clara, y dicha infracción comporta importantes multas. Y cuando digo “poner a la venta” lo digo en sentido literal. El certificado energético no solamente se necesita a la hora de ir al notario para elevar a público la transacción…se necesita mucho antes, desde el primer momento en que un piso se saca al mercado de compraventa. Por lo tanto, ese certificado es lo primero que se debería de tener. Sin él, no se debe anunciar un inmueble.
El certificado energético es un requisito oficialmente imprescindible para sacar al mercado de venta un piso, salvo para aquellos inmuebles que figuren como exentos en la normativa.
Recuerda tan solo una cosa: Vender una vivienda es un arte. Vender un ático no es vender esa bicicleta vieja que ya no usas….y por lo tanto, es básico, sin lugar a dudas, tener a tu lado a un profesional, que te oriente, te aconseje, y te guíe en ese complejo y largo proceso que supone la venta de una vivienda.
Escoje al mejor.