Míticas frases inmobiliarias I
Con este artículo me gustaría empezar una serie de posts, dedicados a esas frases que tanto decimos los inmobiliarios, o que tan acostumbrados estamos a escuchar de nuestros clientes, tanto, que ni nos enteramos de cuando las decimos o de cuando las escuchamos.
Son frases hechas, adoptadas, escuchadas o inventadas y que normalmente no se ajustan realmente a lo que queremos decir o a lo que nos quieren decir.
Cuando las decimos o las escuchamos, realmente no somos conscientes de ellas, y las pasamos por alto. Pero yo quiero aquí, con estos artículos, sacarles punta:
¿porqué las decimos? ¿qué queremos decir realmente cuando utilizamos una frase hecha inmobiliaria? ¿qué nos motiva a utilizarlas? ¿Es que tan pocos recursos tenemos?
Hay que transmitir lo que realmente quieres decir. Usar bien el lenguaje.
Vamos a empezar esta serie con una frase que se escucha mucho y que sobre todo se lee mucho en los anuncios de propiedades inmobiliarias de segunda mano.
Se trata de…..”EL ENTRAR A VIVIR” en referencia al estado de conservación que tiene la vivienda anunciada o de la que se está hablando.
¿Cuántas veces hemos leído, dicho o escuchado esta frase?
ESTA VIVIENDA ESTÁ PARA “ENTRAR A VIVIR”
¿Qué significa esto?
Si intentamos analizarlo semánticamente, estaremos de acuerdo en que lo que significa es que puedes entrar a vivir en la vivienda sin hacerle nada a la misma.
¿Estamos de acuerdo?
PUES NO.
Los inmobiliarios nos hemos inventado esta frase para no tener que decir que bueno, que “por entrar a vivir, se puede entrar a vivir, es decir, que hay 4 paredes, que funciona la calefacción, el agua y los electrodomésticos…es decir, lo dicho, que por vivir se puede vivir, pero a ver si tienes c……. para hacerlo”
Osea, si queremos ser benevolentes con quienes utilizan esa frase, digamos que están utilizando un eufemismo, que según la Wikipedia es: Una palabra o expresión políticamente aceptable o menos ofensiva que sustituye a otra palabra de mal gusto o tabú, que puede ofender o sugerir algo no placentero o peyorativo al oyente.
Pero si queremos ser más críticos, diríamos que es una manera de no presentar las cosas como son, de no transmitir la realidad de lo que vendes.
Pero no nos pensemos que estamos engañando a nadie, no. Nos engañamos a nosotros mismos, porque si realmente alguien viene a ver esa vivienda con unas expectativas de poder entrar a vivir y se encuentra con una vivienda que necesita de mejoras relativamente importantes, no solo habremos perdido el tiempo, sino que difícilmente nos verán como un profesional al que respetar, que es lo más importante.
Pongamos blanco sobre negro. Y utilicemos un lenguaje que transmita la realidad.