Duquesa Villahermosa 109

Hoy ha sido un día agotador. Desde primera hora de la mañana sin parar…
El día comenzaba de noche, rayando el alba. Desayuno rápido, casi imperceptible, coche, viaje y tres reuniones seguidas.
Vuelta a la ciudad y puesta al día de mensajes, dos reuniones con clientes potenciales, varias interrupciones por cosas urgentes, vuelta a las llamadas y a responder correos electrónicos y mensajes.
Comida frugal... no hay tiempo, vuelta a las llamadas y a preparar una ponencia importante para pasado mañana. Que locura!
Seguro que te suena.
Sin embargo, cuando acaba el día, mi rostro esboza una sonrisa. Vuelvo a casa, a mi casa, a ese ático que me enamora cada día, a sus vistas, a su silencio, a su terraza colgada bajo las nubes.
Salgo a mi terraza y miro al cielo, aún queda algo de luz. Me estiro en una hamaca que compramos hace unos años en un viaje a México y respiro. Paro. Qué importante es parar, ser consciente de la respiración, del momento, del ahora… de lo único que existe realmente. No escucho nada, hay silencio… solo interrumpido por el aleteo de los estorninos que vuelven como cada día a sus nidos, pasando justo por encima de mi cabeza dibujando figuras sin fin.
Me dedico este largo rato hasta que cae la noche. Los chicos me esperan para cenar y compartir otro momento mágico; esta vez en familia.

El ático cuenta con una superficie útil total de 172 m2, siendo 64 m2 de terrazas y 108 m2 de superficie cerrada. Accedemos a la vivienda por la planta 16. De frente encontramos la cocina, de más de 11 m2, con espacio para comer cuatro personas. Entrando a mano derecha pasamos al salón comedor, de más de 30 m2 y con salida a la terraza cubierta. En esta planta tenemos el primero de los tres dormitorios y uno de los dos baños, completo. El resto de las estancias se encuentran en la planta inferior: el otro baño y los otros dos dormitorios, uno de 12 m2 y el principal de casi 15 m2, con salida a otra terraza cubierta.
Por último, subiendo desde la planta principal, accedemos a su magnífica terraza descubierta, de 40 m2 y con unas vistas increíbles.
La vivienda, totalmente a estrenar, cuenta con muy buenas calidades: carpintería exterior de aluminio lacado, con rotura de puente térmico y doble acristalamiento, persianas motorizadas en salón, puertas lacadas en blanco, armarios empotrados, suelos de tarima flotante, calefacción central con control individual, instalación completa de aire acondicionado…
La vivienda se vende conjuntamente con una plaza de garaje y un cuarto trastero, ubicados en el mismo edificio.
Además de este ático, disponemos de otros modelos de 3 y 4 dormitorios, con diferentes distribuciones. Consúltanos y te daremos todos los detalles que necesites.